Estos
textos, que se terminan de escribir en tiempos de pandemia y coronavirus,
tienen su origen en la falta de referencias del fútbol femenil en México.
Hace
algunos años intenté realizar una investigación sobre las mujeres que jugaban fútbol
en el pasado y me encontré con que había pocas fuentes que mencionaran a las
subcampeonas de 1971, y ninguna fuente que hablara de las mujeres de antes de
esos campeonatos mundiales e incluso de las que jugaron después. Eso me puso a
pensar en la gente que, dentro de cien o “x” años quisieran conocer cómo era el
mundo de las mujeres que jugaban fútbol a principios del siglo XXI en México,
en los tiempos de su expansión y máxima popularidad. Supuse que referencias al
naciente gremio profesional no faltarían, pero al resto, a las amateur, nos
seguiría cubriendo una sombra.
Por eso
decidí, primero, entrarle al asunto como crónica, pero me di cuenta de que no
podía lograr ser objetiva, trazar una distancia, cuando yo era juez y parte,
eran mis compañeras, mis amigas, mis no tan amigas, mis equipos y nuestros
juegos, era imposible ser imparcial conmigo dentro del teatro. Así que cada
texto se quedó en una especie de relato y opiniones con una evidente dosis de
arrogancia, un te voy a contar lo que pasó de la forma en que yo lo viví,
entonces no necesariamente es como realmente sucedió, seguramente no es
completamente como aconteció.
No
acostumbro hablar mal de la gente, y menos cuando no pueden replicarme, luego
entonces trato en estás líneas de discutir las actitudes y cosas que no me
gustan, que me parecen mal hechas o infames, evitando hablar de las personas y
reiterando que es mi versión de los hechos. Mis rivales y mis compañeras tendrán
una versión diferente. Así pues, las ligas, equipos, árbitros, porras o
árbitros que se sientan ofendidos por estos textos piensen eso, esto es la
parcialidad de una zona del estadio, respondan de igual manera y si no tómense
el asunto con filosofía, recordando que
quién se molesta por las críticas que recibe, es que las tenía bien merecidas.
Así
pues, en este libro se recogen diversas experiencias acontecidas entre los años
2009 y 2020, periodo en el que regresé a practicar fútbol de manera amateur. El
texto es en parte un homenaje a todas aquellas jugadoras, escuadras y ligas que
se han atrevido, que han desafiado y plantado cara a aquello del juego del
hombre.
Se le
da prioridad a lo femenino pues los chicos, no me dejarán mentir, les falta
papel y tinta de tanto que se ha escrito sobre ellos, páginas y libros, ya sea
en lo profesional o en lo amateur. Sin embargo, no se omiten los actores masculinos
de los equipos y hasta incluyó un relato de un equipo varonil, porque algunas
nos hemos aventurado a jugar en los equipos exclusivos de hombres y eso también
forma parte de lo que se puede contar.
Una
disculpa a todas las que no mencioné, a quienes aludí mal y a los equipos que
no tienen un capítulo aquí, al Madrid de la Alberca Olímpica, al Manchester City
de las canchas de Xochimilco, a las IPANEMA de la canchita de la Roma, al
Manchester de Isa en el deportivo Mujica, a las Alemania del deportivo Zapata
Vela, a las guerreras de Guadalupe en la canchita de Apatlaco, al Tam Team de
la liga del Estadio Azteca y otros tantos equipos que me permitieron jugar con
ellas al menos un partido. En especial va para las Panteras de Jessy Suárez y
Gaby con quienes solo jugué muy pocos partidos antes de retirarme de las
canchas.
Finalmente,
supongo que este libro solo les interesará a las protagonistas y a esos
curiosos del futuro que todavía no han nacido. Falta mucha información para
tener un panorama completo o parcial del fútbol amateur del sur de la Ciudad de
México, los equipos aquí referidos apenas son un ápice del universo existente.
La muestra que se presenta en estos textos no puede considerarse significativa.
Hecha esta aclaración, espero que disfruten leer esto, al menos la mitad de lo
que yo disfrute escribirlo y al menos un uno por ciento de lo que disfruté
vivirlo. Qué maravilloso es el fútbol, que afortunadas somos de poder jugar y
contar lo que ocurrió en nuestros partidos.